miércoles, 30 de julio de 2008

La milonga y los taxis porteños

Cuatro de la mañana. Salgo de la milonga. Hace frío. Camino dos cuadras para buscar un taxi. Aparece uno. Lo paro. Me subo. El chofer me pregunta:
- ¿Y? ¿Milongueaste mucho?
- Lo suficiente. Pero... ¿cómo sabe que estaba en una milonga?
- Tenés olor a tango.
.

No hay comentarios: