jueves, 26 de mayo de 2011

¿Discriminación en el Campeonato?

Sobre el debate acerca de si se puede aceptar la participación de extranjeros en el campeonato metropolitano de tango, o Campeonato de Baile de la Ciudad (ver la entrada anterior para el relato de los hechos), he leído muchísimas cosas. Se han abierto varios debates interesantes, en Facebook y en particular en el blog Maldito Tango, que me gusta mucho, pero con cuya autora difiero categóricamente.

Voy a retomar punto por punto los argumentos que escuché aquí y allá en contra de que se presenten extranjeros, respondiendo básicamente a la pregunta de fondo: ¿qué es ser porteño?

"No hay discriminación. Las reglas del campeonato son así y hay que respetarlas".
Recordemos la definición de la palabra "discriminar": en su primera acepción, significa "seleccionar excluyendo". En su segunda acepción, significa: "Dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc."

Si suponemos que los autores del reglamento del campeonato fueron de buena fe y no tuvieron intenciones de dar trato de inferioridad a nadie, queda la primera acepción, que corresponde exactamente a lo que está pasando: se excluye del campeonato a los extranjeros. O sea, se discrimina.

Pero además, una regla que no sea legal ni constitucional no tiene por qué ser respetada. Lo primero que hicieron los milicos cuando llegaron al poder, fue anular las garantías y los derechos constitucionales, porque su proyecto de país no podía de ninguna manera atenerse a lo que marca una Constitución democrática. Pero en democracia, las leyes están por encima de los reglamentos internos, y la Constitución está por encima de las leyes.

El reglamento de un campeonato organizado por un organismo público tiene obligatoriamente que respetar las leyes y la Constitución Nacional. Al excluir a los extranjeros, el reglamento no respeta el artículo 20 de la Constitución que estipula que "los extranjeros gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano"

Ergo: el reglamento tal como está redactado es discriminatorio e inconstitucional.

Los que no estén de acuerdo con el artículo 20 de la Constitución podrán votar a representantes que tampoco estén de acuerdo y modifiquen la ley, tal como lo hizo en su momento Jorge Rafael Videla y como lo pretenden hacer, por lo general, todos los mandatarios de derecha del mundo.

De hecho, no me parece que sea casualidad que la exigencia de nacionalidad en el campeonato se dé justo con un gobierno de derecha. Y viendo con qué ahínco algunos defienden la exclusión de los extranjeros, entiendo ahora con qué votos Macri fue elegido jefe de Gobierno... 

El tema es que por ahora, la realidad argentina es que quien discrimina (selecciona excluyendo) a los extranjeros viola la Constitución Nacional. Esto Macri todavía no logró modificarlo. 

"El metropolitano es para los porteños".
Bueno. Justamente. Decir eso para justificar una exclusión de los extranjeros es caer en una contradicción. Porque "ser porteño" no es sinónimo de "ser argentino". Porteño es aquel que reside en Buenos Aires, sea cual sea su nacionalidad. Es aquel que trabaja, gasta su dinero, paga sus impuestos (financiando así el campeonato, organizado por el Gobierno de la Ciudad, o sea, financiado por el dinero de todos los que residen en Buenos Aires, y no únicamente los argentinos), sueña, sufre, es feliz, en fin, vive en la ciudad.

Contrariamente a lo que muchos creen, los extranjeros pueden votar en Buenos Aires: después de tres años de residencia legal, se pueden anotar en el padrón electoral, y a partir de ahí, pueden votar en absolutamente todas las elecciones porteñas: a gobernador, a legisladores, en las consultas populares, etc. Hasta pueden ser presidentes o suplentes de mesa.

Entonces, si la ley dice que es porteño quien habita en Buenos Aires (y no solamente quien habita en Buenos Aires y posee la nacionalidad argentina), podemos preguntarnos "qué es ser porteño" filosófica y ya no legalmente hablando.

Pero ahí caemos en consideraciones completamente subjetivas.

Porque al final de cuentas, ¿quién es más porteño? ¿Aquel que nació en Buenos Aires pero vivió 35 años en Francia y aprendió a bailar allá y vino de vacaciones a Buenos Aires una vez cada dos años para ver a la familia? O aquel que nació en Francia, pero vive en Buenos Aires desde hace 20 años, se compró un depto, se casó, tuvo hijos argentinos, trabaja, vive y siente la ciudad como cualquier otro residente, aprendió a bailar tango acá y se formó en las milongas porteñas?

Si me dicen que es más porteño el primero, son de mala fe. Y sin embargo, de presentarse ambos en el campeonato, al primero se le permitía participar sin problema (y si no podía acreditar residencia en Buenos Aires, se podía presentar junto a alguien que sí la tenía), pero al segundo se lo rechazaba, bailara con quien bailara, fuera cual fuera su vínculo con Buenos Aires y con el tango.

Es más: a un jujeño o un santafesino que nunca puso un pie en Buenos Aires se le permitía competir, siempre y cuando hubiera estado acompañado por un argentino residente en la ciudad. Pero a un extranjero que vive desde hace 45 años en Buenos Aires no se le permitía competir, en ninguna circunstancia...

Buenos Aires fue fundada por extranjeros. Hoy día, la forman muchísimos extranjeros, que no son simples turistas, sino residentes con todas las de la ley. Buenos Aires es una ciudad cosmopolita. La mayoría de los porteños siente orgullo cuando dicen eso. Pero ahora muchos consideran que entre todos aquellos que hacen que la ciudad viva, solamente los argentinos deberían ser considerados verdaderos porteños.


"No es discriminatorio porque los extranjeros pueden presentarse al Mundial si quieren"
Este es un argumento que no entiendo demasiado. El metropolitano y el mundial son dos cosas completamente distintas. Alguien que se presenta en el metropolitano no necesariamente tiene ganas de competir en el mundial. Y viceversa.

Pero además, una cosa no deja de ser discriminatoria por el simple hecho de que exista otra instancia similar a la que acudir. Por ejemplo, si por razones arbitrarias un funcionario de Migraciones impidiera entrar en el país a un judío (sin motivos serios, por el simple hecho de ser judío), su decisión no dejaría de ser discriminatoria porque "puede entrar en Uruguay si quiere". El tema es que si quiere entrar en Argentina y se lo impiden por el mero hecho de ser judío, es víctima de discriminación, sean cuales sean sus otras opciones de países.

Las razones de presentarse al metropolitano son tan diversas como la cantidad de candidatos que se presentan. Algunos lo hacen para divertirse, otros para medirse con otros, otros porque les gusta la emoción de un campeonato, otros porque pueden competir en mayo y no en agosto, otros porque les obliga a practicar, ensayar, y con eso mejora su nivel de baile, otros porque quieren llevarse el premio de 18.000 pesos y los contratos que lloverán si ganan, en fin, cada cual tendrá sus razones. Y nadie puede juzgar las razones del otro.

También puede darse el caso de que un extranjero quiera, precisamente, participar en algo de la Ciudad de Buenos Aires, como señal de su integración y de su apego a la "porteñitud". En las mesas electorales para extranjeros, no es infrecuente ver a gente llorando de la emoción al colocar la papeleta en la urna. "Ahora sí soy porteño", dicen. "Me siento completamente integrado a la ciudad".

Pero además, y sobre todo, el campeonato metropolitano no es un campeonato argentino. En él no se consagra al mejor bailarín argentino. Tal como su antiguo nombre lo indicaba, es un campeonato de la metrópolis. Su nombre actual es aún más clarito: Campeonato de Baile de la Ciudad. Se consagra a la mejor pareja de Buenos Aires, y no a la mejor de Argentina.

La pareja ganadora que vaya a la final del Mundial no representa a Argentina, es una falacia decir eso. Por lo tanto, no veo cuál es el problema de que unos de los representantes de Buenos Aires (porque al Mundial se pueden presentar muchos más porteños que los ganadores del metropolitano) sean una pareja compuesta por uno o dos extranjeros. 


"Tenemos que defender lo nuestro, nuestra cultura, basta de pensar que somos una mierda"
Estoy completamente de acuerdo con eso, pero... ¿por qué tener esa actitud defensiva precisamente en un momento en que nadie, absolutamente nadie intenta bastardear ni denigrar la cultura porteña? Al contrario, estamos viendo aquí a extranjeros que se sienten tan identificados con el tango, con la cultura porteña, con la idiosincrasia porteña, que la quieren y la respetan tanto, que quieren llevar ellos la bandera de Buenos Aires. ¿Y los defensores de la cultura porteña eligen justo este momento para defender "lo nuestro"?

Si tratan así a extranjeros integrados y comprometidos con su ciudad, ¿cómo tratarán a los que no logran integrarse? ¿Los echarán a tiros?

miércoles, 25 de mayo de 2011

El campeonato metropolitano de tango, ¿anulado?

El noveno campeonato metropolitano de tango (rebautizado Campeonato de Baile de la Ciudad por el gobierno de Mauricio Macri) empezó y terminó con aires de escándalo.

Resulta que este año, a diferencia de los años anteriores, el reglamento estipuló en su artículo 4 que solamente los candidatos de nacionalidad argentina se podían presentar. Y que uno de los dos acreditara residencia en la ciudad de al menos dos años. Antes, solamente este último requisito era indispensable.

Este año, se decidió que solamente los argentinos se podían presentar. ¿La razón esgrimida? Los ganadores del campeonato representan a la Ciudad de Buenos Aires en el Mundial de Tango del mes de agosto. Por lo tanto, no querían correr el riesgo de que fueran extranjeros los representantes de Buenos Aires en el certamen mundial.

El tema es que no terminó ahí la historia. Una canadiense, Alison Murray, al no poder presentarse en una de las rondas, presentó un recurso de amparo, avalado por una jueza porteña en lo Contencioso Administrativo y Tributario, Elena Liberatori. La jueza ordenó a los organizadores aceptar su candidatura.

Así fue como esta canadiense que vive en Buenos Aires desde hace casi seis años, está casada con un argentino y tuvo dos hijos argentinos, pudo presentarse (como lo había hecho en otras dos oportunidades en años anteriores). Contrariamente a las malas lenguas que vaticinaban su derrota inmediata, llegó en la final en las tres categorías (tango, milonga y vals).

"Ella no es una turista. Vino hace años a este país siguiendo este camino del tango y se radicó. Por el tango nos conocimos y formamos una familia. Hoy tenemos nuestro grupo de pertenencia en el tango", destacó su marido, Carlos Boeri, a la agencia Télam. 

Anécdota aparte, resulta que un abogado argentino que se quiso presentar con su pareja extranjera y no pudo, Christian Rubilar, presentó otro recurso de amparo, junto a otros cinco extranjeros excluidos, ante el juez porteño Roberto Gallardo, que dispuso la "conexidad" de ese recurso con el de Alison Murray y giró el expediente a Liberatori.

Foto Gobierno de la Ciudad
¿Qué hizo la jueza? Pues fue a los bifes: anuló lisa y llanamente todo el campeonato (que ya había terminado, con campeones y todo), decretándolo inconstitucional. En efecto, el artículo 14 de la Constitución estipula que "todos los habitantes de la Nación" (es decir, sin discriminar por nacionalidad) gozan de determinados derechos, y el artículo 20 establece que "los extranjeros gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano".

Al establecer que los participantes deben tener nacionalidad argentina, el reglamento del certamen incurrió en una violación de la Constitución.

Además, la jueza destacó que el tango tiene "trascendencia universal" desde que fue declarado Patrimonio Universal de la Humanidad por la Unesco en septiembre del 2009.

"Por lo tanto", dijo la jueza, "cabe preguntarse si acaso los goles de (Lionel) Messi en Barcelona quitan españolidad al equipo de fútbol en cuestión o bien, el American Ballet Theatre deja de ser menos estadounidense porque en él brilla como primera bailarina nuestra Paloma Herrera" (y Herman Cornejo, y en su tiempo Julio Bocca, agregaría yo...).

No sé si el Gobierno de la Ciudad ya apeló el fallo. Supongo que lo hará, y no sé qué pasará luego. Pero ésos son los hechos, por ahora.

¿Qué es lo que pienso yo? Esto irá en otra entrada...

domingo, 22 de mayo de 2011

Lo hicieron, nomás...

En Niza, ciudad del sur de Francia, en la costa del mar Mediterráneo, tienen mucha imaginación. Una de las asociaciones de tango que organiza cursos y prácticas se llama:
Very Nice Tango (ja-ja-ja)
Pero la palma del juego de palabras la gana otra asociación, que se llama Nizza Tango Argentino, y promociona así su milonga:
Milonga Nizza Tango
Hay cosas que no se inventan...