sábado, 20 de febrero de 2010

No quiero esperar a que sea bueno

Las mujeres tenemos un problema: bailar es más fácil para nosotras que para los hombres. Y sí, aunque no lo crean, es un problema. Porque cuando somos principiantes y bailamos con hombres que nos parecen muy buenos, en un santiamén superamos su nivel y ya no nos empiezan a parecer tan buenos. Es más, rápidamente nos empiezan a parecer malíííísimos o a aburrir, porque nuestra evolución es muchísimo más rápida. ¿Por qué? Porque el papel de seguidor es más fácil técnicamente que el papel de líder, así de simple.

Y bueno, hoy una amiga mía ilustró a la perfección esa problemática. Ella empezó a bailar hace ya unos meses, y hace poco, empezó a salir con un chico, que no baila, pero que expresó el deseo de aprender también para poder compartir eso con ella.

Y ella me contó: "Es que yo no quiero bailar con él. Porque el tema es que no quiero esperar a que sea bueno".

Definitivamente, la milonga es cruel.