Empiezo una nueva rúbrica para mostrar que el tango no es solamente drama, llantos, congoja, frustración, queja y dolor (uf...). También puede ser alegre y sobre todo, humorístico. Me encantan las parejas que ponen humor en su baile, sea en la pista o en el escenario. Me encanta divertirme cuando bailo. Claro, esto depende mucho del ritmo en que se baila. Difícil morirse de la risa bailando un Di Sarli o un Caló. Pero sí sobre una milonga endiablada, sí con un D'Arienzo.
A veces, el humor incluso puede hacer olvidar una técnica deficiente. Pienso en particular en la pareja colombiana que ganó el Campeonato Mundial de Tango 2006, Carlos Paredes y Diana Giraldo Rivera. Técnicamente, les faltaba mucho. Los vi bailar fuera de lo que habían armado para el concurso y no tenían nada. Pero su coreografía sobre "Pájaro Azul" fue tan alegre, divertida y original, con elementos del tan olvidado canyengue, que se ganaron la preferencia de los jueces.
Claro que siempre es más fácil agregar humor cuando se trata de una coreografía, pero doy fe de que se puede improvisar también de manera alegre y divertida, como les iré mostrando a medida que alimente esta rúbrica.
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